hanging out with the wrong crowdVersículo Clave:

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” 1 Juan 4:1

“Dime con quién andas y te diré quién eres.” Yo sería una mujer rica si tuviese un dólar por cada vez que escuché a mi mamá decir esto cuando yo era niña.

Mamá tenía razón. Así como un buen amigo puede ayudarnos a tomar decisiones sabias, malas compañías nos pueden hacer caer y desviar de nuestro caminar sabio con Dios.

Frecuentemente pensamos que la “gente equivocada” se refiere a los adictos a las drogas o gente inmoral, pero ese no es siempre el caso. Desafortunadamente, su influencia no es siempre tan obvia. La “gente equivocada” pueden ser miembros de nuestra familia y amigos de la infancia. Puede que sea gente que se sienta en la silla de la iglesia al lado suyo mientras asisten al mismo estudio bíblico. Son muchas veces gente que hemos conocido por mucho tiempo y es por consiguiente muy difícil que nos separemos de ellos. Sin embargo, dado a sus actitudes y selecciones en la vida, ellos pueden ser una razón muy grande por la cual se nos hace difícil recibir lo mejor que Dios tiene para nosotros en la vida.

Existen muchas cualidades en un amigo que nos deberían alertar sobre su mala influencia. Hoy me gustaría enfocarme en una característica, la cual es muy fácil obviar:

El Pesimista Vecino

“Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará. Nehemías 4:2-3

De todas las malas compañías, aquellos que le dicen no a todo están probablemente entre los que causan más daño.

Nehemías había sido encargado de la tarea de reconstruir el muro de Jerusalén. Nehemías sabía que esto no iba a ser fácil. El había recibido ese reto de parte de Dios y había comenzado a reunir a sus ayudantes, colocándoles en posiciones estratégicas para reconstruir el muro, el cual protegería a la ciudad que se encontraba sin protección.

Si usted lee los primeros dos capítulos de Nehemías, se dará cuenta que el reto de reconstruir el muro toma forma a medida que cada persona está dedicada a una porción del muro en una lección hermosa de diseño de ingeniería organizado. Todo funciona de maravilla. Sin embargo, cuando pasamos al capítulo 4, vemos que Sanbalat y Tobías el amonita se encuentran bravos, tratando de desanimar a Nehemías y sus trabajadores para que no terminaran el trabajo ordenado por Dios. El texto no lo dice, pero parece que Nehemías conocía a estos hombres muy bien. Ellos trataron todo lo que estuvo a su alcance para distraerles. “El muro no es fuerte!” “Ustedes no son fuertes!” “Va a tomar demasiado tiempo!” “¿Quiénes creen ustedes que son?” Ellos insistían y argumentaban en contra del deseo de los Judíos de cumplir con el plan de Dios.

Yo puedo mirar hacia atrás en mi propia vida y contar situación tras situación cuando la gente trataba de desanimarme para que no hiciera lo que tenía que hacer al tratar de seguir la dirección que Dios tenía para mi vida. Si yo hubiese escuchado a esa gente negativa, no me hubiese casado con mi esposo… ni me hubiese mudado a otro continente a un país extraño. Si yo les hubiese escuchado, yo hubiese parado este ministerio después del primer devocional. Si hubiese escuchado a esa gente negativa, yo no le hubiese dicho “Si” al Señor en muchas cosas que no tenían sentido, pero que yo sabía eran su voluntad para mi vida. Igualmente, si Nehemías y sus trabajadores hubiesen escuchado a esa gente negativa, ellos hubiesen terminado creyendo sus mentiras, parado de trabajar y no hubiesen llevado a cabo la tarea instruída por Dios.

Le ha dado Dios una visión a usted? Aún si parece imposible y algunas personas en su vida le dicen que está loco – haga como Nehemías y sus trabajadores – siga trabajando hasta que termine su tarea. Y si sus “buenos amigos” le llaman y le dicen que se baje del muro para que celebre con ellos, recuerde las palabras de Nehemías a Sanbalat y Tobías cuando les dijo:

“Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros.” Nehemías 6:3

Si usted está haciendo lo que Dios le ha dicho que haga, sea lo que sea – NO BAJE DEL MURO! Deje que la gente negativa sigan su camino. Aún si su trabajo pareciera producir poco fruto, NO BAJE DEL MURO!

Siga hasta dónde Dios le lleve, mi amigo. Siga sus direcciones, paso a paso. No se deje guiar por su propio conocimiento o su percepción. Dios está trabajando aún cuando no lo vemos.

Usted está haciendo un buen trabajo. Sólo siga construyendo ese muro!

Versículos para meditar:

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” Proverbios 3:5-6

“¿Qué pues diremos a todo esto? Si Dios es por nosotros ¿quién contra nosotros? Romanos 8:31

“En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? Salmos 56:4

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